quinta-feira, 7 de janeiro de 2010

Lisboa

Desembarcamos en Lisboa a las 5:48h. La aterrizaje fue muy tranquila, pero tuviemos de correr para coger el otro avión. En la imigración, la policía preguntó lo que haría en Madrid, cuantos días me quedaría por allí, cuando volvería al Brasil... Exhibí la carta de la Fundación Comillas. Entrada permitida, ¡vale!

Al levantáremos vuelo, estaba amaneciendo y las luces de Lisboa aún estaban encendidas. ¡Qué bella vista!