Se fuere a la Galería Pacífico podrá elegir un buen plato por unos 50 pesos. Hay platos más caros y más en cuenta. Un lomo a la parrilla con papas fritas y gaseosa costó 78 pesos. Y más 10 pesos por cubiertos de metal (sí, ¡pasme! ¡Ellos cobran los cubiertos!). Comí con cubiertos de plástico.
En otro día, fuimos a un tradicional restaurante del centro y pedimos macarrón con crema y hiervas. El plato costaba 22 pesos y la gaseosa 14. Al final del almuerzo, a sorpresa: ¡cobraron también 20 pesos de propina! ¿Mira? Cuando digo que va a gastar, por lo cierto se lo va.
Después de comer en la Galería Pacífico y ver las vitrinas de la Calle Florida, seguimos sacando fotos. Es una ciudad muy bella, con avenidas anchas y muy dinámicas, muchos monumentos y banderas del país. ¡Ellos son muy patriotas!
